Sergio Rojas caminaba por un campo en las cercanías de la ruta 11. Mientras tanto, la mujer de 37 años continúa internada en grave estado producto de los dos balazos que recibió.
El remisero que intentó matar a su pareja el pasado lunes a la madrugada en Villa Gesell fue detenido este viernes en el partido de Mar Chiquita.
La captura de Sergio Rolando Rojas (43), buscado durante los últimos cinco días, se produjo en un campo próximo a la ruta 11 por el que caminaba cuando lo avistaron los efectivos de la Patrulla Rural. Mientras tanto, la víctima, Claudia Noemí Aguirre (37), permanece internada en grave estado en el hospital El Cruce de Florencio Varela, al que fue derivada ante su delicado estado de salud.
Aguirre recibió dos disparos en la zona de su cuello y cara. Rojas cometió el ataque delante del hijo menor de ambos en un hecho que tuvo lugar entre el último domingo en la noche y las primeras horas de la madrugada del lunes. Después, se fugó y dejó abandonado en la ruta 11 el vehículo en el que trabajaba como remisero.
En ese marco, se habían realizado diversos allanamientos para dar con el prófugo, tanto en Mar del Plata como en el partido bonaerense de Moreno.
Rojas fue localizado en el establecimiento “El Mangrullo”, ubicado en el kilómetro 382 de la Ruta 11. Uno de los voceros reveló que Rojas estaba en “una especia de refugio” del campo, y al ver a los policías que llegaban al lugar, intentó escapar corriendo pero finalmente fue arrestado.
La detención de Rojas ocurrió a horas de que entre anoche y esta madrugada los investigadores realizaran un total de seis allanamientos en casa de familiares del imputado donde se creía que el acusado podía estar refugiado.
Cinco de los allanamientos fueron realizados en el partido de Moreno y el restante en Mar del Plata, a pedido de la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 de Villa Gesell.
Participaron efectivos de las Delegaciones Departamentales de Investigaciones (DDI) de Dolores, Moreno y Mar del Plata y de las Sub DDI Villa Gesell y de La Costa, quienes secuestraron un total de diez teléfonos celulares con el objetivo de ser peritados para ver si alguno de los familiares se había comunicado o había asistido al por entonces fugitivo.
Los investigadores manejaban tres hipótesis sobre el paradero de Rojas: que estuviera escondido en algún campo de Mar Chiquita -como efectivamente sucedió-, que haya escapado en otro vehículo luego de abandonar el suyo o que estuviera muerto, ya que después de cometer el hecho se comunicó con pariente para avisarle que se quería matar.
La víctima, Aguirre, continuaba internada en terapia intensiva en el hospital de alta complejidad “El Cruce” de Florencio Varela, donde fue trasladada tras una primera intervención del hospital de Villa Gesell.
El caso ocurrió alrededor de la 1.30 de la madrugada del lunes pasado en Paseo 125 y Avenida Circunvalación de Villa Gesell, a raíz de un llamado a la línea de emergencias 911, donde se reportaba que una mujer había sido herida a balazos.
Al arribar el móvil, los policías se entrevistaron con un vecino que relató que había escuchado una discusión y las detonaciones de un arma de fuego.
Aguirre fue trasladada al hospital local por sus propios vecinos, mientras que los efectivos se entrevistaron con el hijo de 11 años de la víctima y del imputado, quien les dijo que, en el medio de una discusión, su papá extrajo de entre sus ropas un revólver y efectuó un par de disparos hacia su mamá, que le impactaron en el rostro y en el cuello.
Los testigos señalaron que Rojas huyó del lugar en su automóvil, un Chevrolet Prisma plateado y patente AC368DY, que usa como remís.
A las 2.25 de esta misma madrugada un patrullero detectó al Chevrolet circulando por el acceso sur de Villa Gesell y tomó por la Ruta 11 en dirección al sur, hacia la localidad de Mar Chiquita.
Así se inició una persecución con móviles policiales y de la Guardia Urbana municipal pero, tras una serie de maniobras evasivas, el sospechoso abandonó el auto en el kilómetro 477, en el margen oeste de la Ruta 11, un kilómetro antes del peaje de Mar Chiquita, donde escapó a pie y pese al operativo rastrillaje en la zona, no pudo ser localizado.
El auto quedó con la puerta abierta, con el celular del acusado en el asiento del acompañante y no se encontró allí el arma que empleó para balear a Aguirre, que sería un revólver calibre 22 que se especula que el remisero se llevó consigo.
Hacía cuatro días que la policía realizaba un exhaustivo operativo sobre la Ruta 11 y los campos aledaños para dar con el prófugo, pero no lo podían localizar.